sábado, 15 de diciembre de 2007

De bakalas y chonis (los comienzos): los casettes de maquina

¡Que pasa lokos!...Sha shula flamenkilla...Musicón!!!



Hoy me gustaría indagar en los inicios de ésta peculiar tribu urbana llamada bakala. En una exhaustiva investigación realizada por el intituto Justerini & Brooks college, relaciona directamente el surgimiento de éstos infra-seres con un fenómeno de masas de finales de los 80 y comienzos de los noventa: los casettes de máquina.



Aquí teneís a el esqueleto metálico de mi amigo Arnold Swartzsenbakerrr posando para la portada de Máquina total 3.

A finales de los ochenta con el declive de el techno pop, el auge de los nuevos sintetizadores, y el surgimiento de super máquinas informáticas como el amstrand de cinta o el pc 186, surgió un nuevo movimiento juvenil, el del megamix. Una nueva música machacona sonaba en los radio-casettes, para desgracia de todas aquellas sufridas amas de casa: niño sa musicaaaaaaaaa!!!.
Los primeros maquineros se consideraban como una tribu minoritaria pero poco a poco fueron creciendo en número. Aparecieron franquicias como el Maquina total o Bolero Mix, y grandes autores del siglo XX como Chimo Bayo o Paco Pil.


El público "sanote" formado por chonis y jonatans de la época disfrutaba a ritmo de chiqitán-chiquiti-tan-tan-quetumban-queté (atentos al mensaje de la canción).
Después de ver el video vanguardista de ésta desconocida canción sigamos indagando. Las casettes eran de color blaco coca y se podían adquirir a un buen precio (unas 800 pesetas) en todos los Pryca y Continente de la época. Los chavalotes más peques imitaban a sus primos mayores cantando Uh-ha!!! o Vi-vi-viva la fiesta!!! (no sabían que sus primos se ponían hasta arriba de lsd en las macro discotecas de la época).
Y llegaron los mediados de los 90 y con ellos la evolución de los bakalas. Se llevaban ropas de marcas agresivas para intimidar a los demás, con un rollo malote muy extendido entre los clanes. Se trataba de prendas como Lonsdale, Bad boy... ¿Quién no iba a alguna discoteca a finales de los 90 y veía a alguno con esa coleta grasienta q cubría una nuca rapada (peinado que Rupert patentó por aquellos tiempos).


A Tony Manero le pilló tarde la moda de la música máquina, el era mas de los Beegees.

Pero para cuando los jóvenes muchachotes salían a bailar a la disco con el plumas calado hasta las orejas (mira lo que debían sudar los cabrones) y que no se quitaban ni para fornicar, los casettes ya se habían quedado desfasados. La salida del formato cd, y la moda de los djs de los 90 acabó relegádoles a algún cajón de un mercadillo de barrio. Y ésto es lo que las convirtió en todo un mito entre todos éstos personajillos. Fue lo que llamaron el remeber.

La tribu se diversificó, algúnos dejaron a la máquina de lado y se volvieron eruditos del cante jondo, o como ellos le llaman el flamenkillo, y otros siguieron en la movida aunque siempre innovando, imponiendo el chándal blanco, el pelo cortado al "cenicero", y la música mas trallera y machacona si cabe. LLegaron a adquirir incluso, diversas denominaciones según su origen, así han ido apareciendo los canis, las chonis, las shulas, los pokeros y demás.

Y hasta aquí este breve repaso a un mundo underground desconocido para algunos, sobre el que intentamos poco a poco indagar mas. Os dejo, para acabar, con un documento gráfico de indudable valor, sobre las técnicas de apareamiento del macho bakala.

Os hablo Vigo "i love the moldavian Pokyyyyyyyy"



1 comentario:

Anónimo dijo...

tuuuu elll baile wapooo colega,vaya subidonnnnn

bueno morenashoo beseles de tu fan number one!rubika shula flamenkilla